• El estudio pretende conocer las causas que han originado la alteración de la cuenca y la hidromorfología del arroyo Culebro
• Se identificarán las actuaciones que permitan minimizar, paliar y mejorar la situación del cauce, con la finalidad de restablecer su equilibrio hidráulico y ambiental
La Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo autónomo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha iniciado el estudio hidromorfológico del cauce del arroyo Culebro en la Comunidad de Madrid.
La Confederación Hidrográfica del Tajo tiene constancia de que en el arroyo Culebro se han producido diversos procesos erosivos, tales como la incisión del cauce y la erosión y el deslizamiento de sus márgenes, a lo largo de todo su cauce, lo que está alterando significativamente su hidromorfología.
Estos procesos erosivos son indicadores de que la cuenca del arroyo Culebro padece un desequilibrio que debe ser analizado, para comprender el origen de las alteraciones sufridas y encontrar las soluciones que permitan reconducir el comportamiento hidráulico del río a su situación de equilibrio.
Entre los factores que pueden haber generado ese desequilibrio podrían encontrarse la serie de intervenciones antrópicas que desde hace años se han llevado a cabo en la cuenca y a lo largo del cauce, lo que a su vez ha podido influir en cambios en el régimen y los volúmenes de escorrentía de la cuenca, así como en la respuesta hidrológica de la misma frente a las precipitaciones.
En este estudio se van a invertir 114.000 € con el fin de analizar la situación del arroyo y proponer una serie de actuaciones tendentes a minimizar, paliar y mejorar la situación de su cauce o incluso anular dichos efectos, y restablecer un equilibrio que permita conciliar los aprovechamientos económicos del territorio con un adecuado régimen hidráulico y ambiental.
HIDROMORFOLOGIA
La hidromorfología es la base de cualquier sistema fluvial, ya que es un elemento que estructura las comunidades y procesos biológicos que se dan en el ecosistema.
Los procesos hidrogeomorfológicos son la base fundamental del correcto funcionamiento de los cursos fluviales como ecosistemas. La dinámica fluvial es la clave tanto del funcionamiento como del valor ecológico, paisajístico y ambiental de los sistemas fluviales (Ollero, 2007).