La cuenca del Tajo vuelve a experimentar un descenso del volumen de agua en forma de nieve almacenada hasta situarse en 27,7 hm³, según datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Tajo, organismo autónomo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esta bajada, que se traduce en 37,4 hm³ menos de agua en forma de nieve en una semana, supone la tercera semana consecutiva de descenso por el aumento de temperaturas, que ha favorecido el deshielo de la nieve acumulada tras el paso de la borrasca Filomena.
En este caso, el registro se sitúa cerca del recogido el año pasado por estas fechas (22,9 hm³) y por debajo del promedio de los últimos 15 años (50,9 hm³).
Asimismo, este deshielo se traduce en un incremento de la reserva hídrica de los embalses del Tajo de 310 hm³ esta semana hasta alcanzar los 5.954 hm³ (el 53,9 % de su capacidad total) y de 213 hm³ la semana anterior, cuando se registraron 5.644 hm³.
Por subcuencas, esta semana prácticamente el 70 % del volumen de agua en forma de nieve se acumula en las del Alberche (6,6 hm³), Alto Tajo (6,6 hm³) y Lozoya (6,4 hm³).
Por sistemas, Jarama es el que ha experimentado el mayor descenso respecto a la semana pasada (14,7 hm³ menos), seguido por Henares (12,1 hm³ menos).
Asimismo, en el sistema de Cabecera del Tajo, que llegó a acumular 166 hm³ tras el paso de la borrasca Filomena el pasado 10 de enero, el deshielo ha propiciado que esta semana se almacenen 6,6 hm³, un registro que en su conjunto se enmarca en el promedio de esta zona de los últimos 15 años.
En este contexto, la Confederación Hidrográfica del Tajo, mantiene un seguimiento de la evolución meteorológica y sus posibles efectos en los cauces. El SAIH del Tajo trabaja en la evaluación de recursos hídricos a través del modelo hidrológico ASTER, con mediciones efectuadas a través de nivómetros que permiten cuantificar el espesor y la profundidad de las capas de nieve o granizo y con ellos se calcula la cantidad de agua precipitada en forma de nieve.
Además, aportan datos fundamentales para mantener los niveles de resguardo de las presas para tener capacidad de laminación y evitar riadas e inundaciones cuando se producen deshielos.
Así, de forma simultánea al seguimiento, desde el Organismo de cuenca se están desarrollando las maniobras oportunas para respetar los resguardos estacionales establecidos en los diferentes embalses.