La cuenca del Tajo queda delimitada
por el Sistema Central, al norte; los Montes de Toledo y Sierra de Montánchez
al sur y la Serranía de Cuenca y Sierra de Albarracín, al este. El límite
occidental, por lo que se refiere al ámbito español, está constituido por los
ríos Torto, Erjas y Sever que definen la frontera con Portugal.
La red hidrográfica de la parte
española de la cuenca del Tajo está constituida por más de 63 000 km de cauces,
con una configuración de los tributarios al Tajo muy disimétrica; los ríos de la
margen derecha recogen las aportaciones del Sistema Central y de la Cordillera
Ibérica y son los que aportan caudales más abundantes (Jarama, Alberche, Tiétar
y Alagón), mientras que los tributarios de la margen izquierda son en general
cortos y de aguas escasas, en particular los que tienen su origen en los Montes
de Toledo (Pusa, Algodor, etc). El río Tajo, con sus 1092 km de longitud desde su nacimiento en la
Sierra de Albarracín, hasta su desembocadura junto a Lisboa, en el estuario
conocido como Mar de la Paja, es el río más largo de la Península Ibérica.
Las aportaciones medias de la parte
española de la cuenca del Tajo, en el período entre 1940/41 y 2017/18, son de 9
604 hm³/año, incluyendo las aportaciones totales de las masas de agua
transfronterizas. En el periodo entre 1980/81 y 2017/18, la aportación media se
redujo a 8 515 hm³/año. La
precipitación media del periodo 1980-2018 es un 12% inferior a la media del
periodo 1940-1980, disminución que se traduce en un descenso de las aportaciones
del 20%.
Para la obtención de estas aportaciones
se ha partido del modelo
de simulación SIMPA, actualizado por el Centro de Estudios
Hidrográficos del CEDEX. Se trata de un modelo conceptual y cuasi-distribuido que simula el proceso de transformación de
precipitación en escorrentía en régimen natural, en cada una de las teselas en
las que se divide el territorio, a escala mensual. En el marco de los trabajos
de revisión del plan hidrológico, se
ha ajustado la escorrentía total del SIMPA a partir de los valores realmente
observados en las estaciones de aforo, previa restitución de estos
datos al régimen natural.